sábado, 9 de agosto de 2008

Ahora mismo mi mente se parte en dos
que mierda pensó Dios cuando armó los elementos
acaso no tubo una pisca de compasión!
Quizás él nunca bebió.
Quizás siempre estubo ebrio y jamás se dio cuenta de la diferencia sustancial.
Pero no importa, porque hoy te extraño a ti,
que estás lejos, realmente lejos,
no un lejos sentimental, si no un lejos físico,
al sur de la península ibérica, ahí estás
y te extraño solo ya a seis días!
Al final así es la cosa,
simplemente un deseo constante, que no acaba nunca,
porque nunca es posible terminar de querer algo más.
De eso se trata el asunto hoy,
pero bueno, mis ojos se cierran con el pasar de los segundos
y mi cabeza cada vez me duele más,
me quedaré dormido frente a la pantalla,
no más fe, un poco más de salsa y sandungeo
para poder ser felices, al final, eso es lo que termina contando o no?
Vayanse a la mierda santurrones! Es momento de destapar la olla
y comer de aquellos fideos que se han recocido, porque
aunque sean malos, son lo que han ocultado, así como Yaveh le dijo a Adán que
no weviara con la manzanita, nosotros debemos ir a por la cocina prohibida
Explosionar, y bueno, ¿Que se yo? Mata a tu ídolo, sal a la calle grita,
claro todos te mirarán raro, pero y que más da, si al final, nunca más veras a esos transeúntes,
todos los días los matas, los eliminas, así como un Hitler pandillero, un Tony Montana de la SS, y me vale verga, vámonos al bosque, vamos a Canadá, porque cada día que amanece yo te pienso, ahí por las 7 y media, estás tú, lejos, en el sur de "la madre patria"

sábado, 2 de agosto de 2008

completamente #@~#@!

ahora si, ahora si que si, ahora hay que salir,
dejar la caga, el tiempo es nuestro, siempre fue nuestro,
es que estos weones nos han dicho que no, pero sabemos que sí,
mandar a joderlos! que seamos amigos? QUE SE JODAN!
QUE ARDAN! es momento de la emancipación, pero no esa de antaño,
ya paso de moda estimados, es tiempo de la revolución del pensamiento,
el material quizas pueda cambiar, lo solido se desvanece en el viento,
pero las ideas son aquella piedra que justamente es viento, es aquella que
desavanece la realidad, es el cambio, el constante movimiento,
estamos en ese juego, hay que utilizarlo,
para derribar aquello en lo que estamos inmersos!
La imaginación al poder!

miércoles, 16 de julio de 2008

Hace bastante frío, no tanto como en otros días, pero de todas formas, hace frío.
Me veo reflexionando frente a la pantalla de un computador, un acto que hoy en día parece ser suicida, que se yo, al menos para mi es bastante deprimente, cercano a la muerte. Sin embargo, toda amargura debe tener un lado dulce -¿Cómo podríamos distinguir ese amargo sin saber lo que es dulce?- y es que el hecho que justamente me deprime es el que me hace sentir un poco más tránquilo. Independiente de todo aquello, en los últimos días el asunto de la tecnología me ha dado vueltas en la cabeza, es que nada hoy parece ser real, hoy en día veo la estoica permanencia de la copia, de la simulación, del constante teatro que recrea la obra de lo real, en donde los actores parecen haberse olvidado de su estancia en este mundo como personas, y de ser personas conscientes, pasan a ser personajes inconscientes. Ahora bien, me surge una pregunta ¿Es que acaso en algún momento habrán siquiera sabido estos personajes que son personas?
Nadie lo sabe. Pero el hecho de que seamos actores moldea de manera directa nuestro actuar, las relaciones interpersonales se ven tocadas por este teatro. Con esto me refiero a lo siguiente. Sabemos que siempre estamos actuando, por ende, nunca somos nosotros mismos, entonces toda comunicación y posterior relación que tengamos con alguien no será basada en lo real, sino en un papel que nosotros adoptamos para desarrollar. El modelo de vida en que estamos situados hoy nos condiciona como elementos ejecutores, es decir, el verbo "ser" pierde casi completamente toda su significancia en el mundo contemporaneo -quizás siempre ha sido así-, nosotros no somos algo mientras seamos ese algo, nosotros somos algo porque hacemos ese algo, adquirimos un valor dependiendo de cuan apreciado sea la acción que ejecutemos. No importa quien soy, importa el "que hago" y desde ese punto establecemos nuestras relaciones, es decir, olvidamos lo esencial que es la existencia -y todos existimos, por ende hay una base que se quiera o no, nos iguala a todos- y adoptamos lo meramente superficial para lanzarnos al mundo.
Ahora bien, pienso que nunca se nos pregunta si es que nosotros estamos de acuerdo con este estilo de vida, simplemente lo asimilamos. Desde este punto, que es cuando nosotros somos insertos en la sociedad y comenzamos a elegir nuestro papel teatral para ejecutar estamos olvidando nuestra esencia, acción que demuestra una postura completamente cómoda en terminos mentales y/o espirituales, ya que lograr dar cuenta de "que somos" o "que estamos" -el español tiene una singularidad como idioma, el existencia se da cuenta de dos formas, ser y estar, al parecer, en los idiomas algosajones y nórdicos, el verbo ser/estar se refiere al estar, es decir, To Be en inglés, o Zu Sein en alemán dan cuenta de un "estar"- es una tarea que parece no tener respuesta bajo nuestra lógica, por ende, decimos que es tan impsoble responder ¿Qué somos?, como dar cuenta del límite del universo. Luego de haber mencionado rapidamente todo esto, decimos que desde una apariencia nos relacionamos con el resto, y es que todas las pulsiones, deseos, sentimientos nunca salen completamente "virgenes" al exterior, hacia las demas personas, ya que siempre estamos cumpliendo un papel que traduce eso que somos, eso que sentimos, eso que pensamos, a un lenguaje particular que proviene desde el ser/hacer, por tanto, nunca somos honestos, nunca somos verdaderos, todo lo que decimos es un reflejo opaco de lo que realmente está ahí. Somos mentirosos, adulteros, ladrones, pero somos eso porque no somos capaces de dar cuenta de nuestra existencia, no tenemos la capacidad de ser reales. Y ahora, más que nunca, porque la tecnología, la inmediatez, la velocidad hacen que nuestros sentidos pierdan habilidad, estamos olvidando los sonidos, los aromas, las texturas, el sabor, las voces, los detalles, que hacen que el teatro de lo real sea una obra que haga que la mentira en la que vivimos sea más apacible, más bella.

domingo, 6 de julio de 2008

Es que inesperadamente me has alcanzado
Me has tomado por sorpresa,
un asalto a mano armada
¿Que puedo hacer yo? Justamente nada,
dejarme caer, resistir inutilmente a las amenazas, a las miradas
que me recreo sólo para sentir algo más, eso que podría ser
pero que en la realidad parece no ser.
Esa incertidumbre de antaño
que cada ser siente, pero que siempre es particular y única, y en mi caso
más especial que nunca, porque siempre que te veo, parece ser primera vez.
El cielo está más que morado.

domingo, 1 de junio de 2008

Fragmento,
un guerrillero desde el primer mundo.

Desde una trinchera improvisada, propicia para que personajes inmunes adquieran cierta enfermedad respiratoria, hablo. A decir verdad, doy mis últimas palabras, este documento es casi un testamento de mi siempre disfrazada voluntad. Frágil es esta dentro de mi cuerpo, rodeado de cierta incomprensión, que cala profundo en mi sentir, es por esto que he viajado lejos, escondiéndome quizás de las balas que disparan sin detenerse en aquel sitio que solía llamar espacio. Este es otro sitio, mi trinchera, y realmente he enfermado, y de tal manera que ya mi cuerpo esta sujeto a los designios de la cruel naturaleza, porque la sofisticación no pudo con mi resfrío, no puedo decir más, creo que estos segundos son los últimos de mi irracional lucidez, que día a día me combate, haciendo que las bocanadas de aire que doy se compliquen más a cada segundo, la verdad, me cuesta habitar. Veo que el asunto comienza a dilusidarse, a terminar, quizás deba abandonar todo el asunto de una vez por todas, pero sinceramente, me duele ejecutar esta acción, porque tengo claro que en algún momento me pasará la cuenta. ¿Es que no hay nada gratis? Al parecer no, quizás lo mejor sea nunca dejarse persuadir y sólo vivir, pero me deprime aquella idea, no quiero ser parte, sin embargo, lo soy, y en mi estado, de una ridícula manera. Que ironía, finalmente ser o pretender ser lo que soy, un renegado, uno que intenta revolucionar la revolución, uno que no quiere participar, termino deseando ser uno más. Al parecer, estoy encerrado. No es tarea fácil el sólo hecho de animarse a plantearse lo siguiente. ¿Es que acaso existo, significo, y desde ese punto, puedo siquiera generar conmoción, cambio?
Es que finalmente todo parece ser disoluble, nada parece ser estable, en un momento, todo lo que damos por sentado termina siendo una ilusión y lamentablemente algunos nos damos cuenta de aquello, y el destino irónico nos lo refriega en la cara. Todo termina desvaneciéndose, es momento de afrontarlo. A todos aquellos que fueron, les digo, apenas terminen de leerme, situense de noche en un lugar donde corra el viento, y sientan el frío que provoca, miren arriba, ¿Que se siente? Recuerdenlo, por que así me sentiré yo en el momento en que presione el gatillo, la próxima vez, me verán con un orificio en la frente, y quizás una sonrisa.


A ver quien se cree capaz de entender.

jueves, 8 de mayo de 2008

Debemos plantear la interrogante ¿En que medida el proyecto de Leonardo está presente y da forma a nuestra sociedad? Si analizamos esta pregunta entenderemos que hay dos elementos, los cuales según la pregunta debiesen tener alguna relación, por tanto, lo más certero en este caso es conocer por un lado el Proyecto de Da Vinci, y por el otro, nuestra sociedad. Si vemos el legado de Leonardo, lo primero que asaltará nuestra imaginación es lo prolifero y variado de sus obras, las que abarcan desde inventos tan simples hoy como las poleas, hasta mapas completos de la musculatura humana, pasando por obras de arte y tratados matemáticos. Científicamente, nunca comprobó grandes principios, tampoco estableció teorías, sin embargo, podríamos decir que junto con Copernico o antes que Newton, Da Vinci utilizó el recurso base para todas las investigaciones científicas que se dieran a realizar en la posteridad. La observación y el registro de los fenómenos. Todos los logros, postulados, obras de su autoría las compilaba en distintos “Códices”, los que podrían ser justamente la forma primigenia de los grandes tratados científicos como Philosophiae Naturalis Principia Mathematica del mismo Newton. Artísticamente podríamos calificar a Da Vinci como un pintor realista, pero dentro de esta categoría, podemos saber que sus obras están llenas de simbolismos, podemos entregar como ejemplo “La Última Cena”, estéticamente nos presenta una propuesta bastante sobria, representativa absolutamente de su tema, y con esto nos referimos a que claramente se ve lo que propone, esto es, un retrato de la última cena. El uso de colores se centra en tonalidades sencillas que no sobrecargan la imagen, las figuras como ya dijimos retratan de manera prolija la realidad. Estos parámetros estéticos se ven reflejados en la mayoría de las obras plásticas de Leonardo. Con una pequeña pincelada a la obra de Da Vinci, es fácil darse cuenta de cual es su proyecto. Él propone con su ejemplo que el ser humano no debe parcelar los estudios de la naturaleza y las actividades del “alma” –el arte-, si no justamente todo lo contrario, el ser humano debe ser ese depósito de todos los tipos de conocimiento, de manera que estos se unan dentro de él y que sirvan como herramienta para comprender la naturaleza, pero no de manera apartada, si no que la compresión sea lo más basta posible en su recepción, es decir, que no sólo veamos el fenómeno desde una visión en particular, sino desde todos los enfoques posibles, de manera en que una lluvia torrencial no sólo sea un fenómeno climatológico, si no también un motivo perfecto para una pintura. Ahora bien, esto es sumamente importante, porque justamente responde a la problemática que aflige a occidente hoy por hoy, y que al parecer siempre lo ha hecho. Si un hombre pudo abarcar lo inteligible y lo sensible, y fundirlos entre si –todas las obras cientificas de Da Vinci tienen algo de artístico, basta con mirar los planos de la musculatura humana, y todas las obras artísticas de Da Vinci presentan una meticulosidad científica-. Y a que queremos llegar con esto, Da Vinci es justamente la excepción a este modelo de división que parte con la ontología de Aristóteles, el ser que siente/entiende. Leonardo es la prueba de que el ser humano responde a otra “lógica”, a una integradora, que más que sentir y/o entender, comete las dos al mismo tiempo, haciendo que los productos de la investigación-sensible del mundo de frutos mucho más prolíferos y prolijos, por el mismo hecho que mencionamos un poco más arriba, la visión con que se enfrenta el mundo, es la que define al ser en su forma de habitar. Por tanto podríamos decir que el proyecto inconsciente de Leonardo es desafiar el modelo del hombre occidental, presentando una propuesta nueva, que en ves de dividir, une los aspectos constituyentes de la realidad humana. Es que aquí donde hacemos el nexo con el mundo contemporáneo, más bien dicho, nuestra sociedad. Establecíamos en un principio que debía existir una relación entre el proyecto de Da Vinci y la sociedad de hoy en día. Ya sabemos que nos dice Leonardo, ahora veamos que tiene la sociedad. La característica que hoy nos caracteriza es la producción en masa y la especialización como resultado de la evolución de las técnicas de mercado. Podemos ver esto en todas partes, pero como estamos analogando a Da Vinci con nuestro mundo lo más acertado sería hablar de la educación y los intelectuales. Estos –adivinará el lector- también son producidos en masa, por las instituciones educativas superiores, las -paradójicamente hoy en día llamadas- universidades. El motivo de las universidades es generar conocimiento, para generar conocimiento se debe estar en constante convulsión, revolución, movimiento, porque justamente el movimiento es creador, renovador, rompedor. Y en el conocimiento, el movimiento y la convulsión están en el constante cruce de disciplinas, en la permeabilidad de materias, puesto que la combinación de estás generan nuevos enfoques, y así es como en las universidades se debería proceder para que estás sean menester de su nombre. Pero hoy en día esto no ocurre así, debido a la exigencia del mercado. Para que el sistema económico se mantenga se necesita personal especializado, que se mantenga ocupado en acciones especificas, de esta manera –la economía- asegura su continuidad en este aspecto de dos maneras, primero, tendrá constantemente elementos que sostengan la sociedad, la que es el lugar donde la economía se lleva acabo –sin sociedad no hay sistema económico-[1] y además estos elementos se verán imposibilitados para realizar análisis del entorno que embarquen visiones integrales[2] que puedan resultar en un cuestionamiento a la sociedad imperante. Los intentos de hacer de las universidades un sitio ideal para la creación de conocimiento fueron sofocados en el siglo XX por este mismo motivo. Si pensamos en nuestro país, el movimiento universitario de la Pontificia Universidad Católica creo diversos órganos conectores de disciplinas, pero justamente en la dictadura –cuyo fin era instaurar de golpe el neoliberalismo- toda esta organización fue extinta. Es decir, justamente cuando es posible que las personas comiencen a adoptar el proyecto “Leonardino” y lo hagan prácticamente una institución, esta es sofocada. Y esto no solo sucede hoy si no que también le sucedió al mismo Leonardo da Vinci.[3]

Claramente hoy en día el proyecto de Da Vinci no está presente, y tampoco da forma, es más, el mundo de hoy es todo lo contrario, en nuestros días parecen imperar los estudios específicos, la razón jerárquica, la producción en masa, la división, siendo que Leonardo apuntaba justamente a lo contrario, a la integración de todos los aspectos que afectan a nuestros sentidos. Indudablemente Leonardo da Vinci desafió con su estilo de vida la lógica occidental.



[1] Decimos esto ya que un sistema económico es complejo, en la medida en que debe sustentarse en diversas relaciones, las que sólo son posibles encontrarlas en una sociedad establecida, por mínima que esta sea.

[2] Nos referimos a visiones integrales a los análisis que hace una persona desde varias visiones del quehacer humano, ciencia, arte, filosofía, etc.

[3] Leonardo no fue un hombre culto al estilo de su época: no aprendió latín y no era el prototipo de humanista, llamándose a sí mismo "hombre sin letras", por lo que era ignorado por los estudiosos contemporáneos.

martes, 29 de enero de 2008

Hay que llegar al centro
Al centro del asunto
a la amargura más espesa
del café que se prepara
rápidamente en un momento
exultante a veces,
Otras lánguida, ligeras y aturdidas
Ver como el día se hace noche y vice versa
y clavar el cuchillo para definir y ver sangrar
el paso del tiempo, tener certeza incierta
de que estás siempre ahí,
Esperando y viendo caer
un segundo tras otro,
Mientras el mundo entero estalla
y tu alma explota junto con el,
eres combustible de un ligero fuego
que quema gradualmente tu voluntad.