domingo, 6 de julio de 2008

Es que inesperadamente me has alcanzado
Me has tomado por sorpresa,
un asalto a mano armada
¿Que puedo hacer yo? Justamente nada,
dejarme caer, resistir inutilmente a las amenazas, a las miradas
que me recreo sólo para sentir algo más, eso que podría ser
pero que en la realidad parece no ser.
Esa incertidumbre de antaño
que cada ser siente, pero que siempre es particular y única, y en mi caso
más especial que nunca, porque siempre que te veo, parece ser primera vez.
El cielo está más que morado.