jueves, 8 de mayo de 2008

Debemos plantear la interrogante ¿En que medida el proyecto de Leonardo está presente y da forma a nuestra sociedad? Si analizamos esta pregunta entenderemos que hay dos elementos, los cuales según la pregunta debiesen tener alguna relación, por tanto, lo más certero en este caso es conocer por un lado el Proyecto de Da Vinci, y por el otro, nuestra sociedad. Si vemos el legado de Leonardo, lo primero que asaltará nuestra imaginación es lo prolifero y variado de sus obras, las que abarcan desde inventos tan simples hoy como las poleas, hasta mapas completos de la musculatura humana, pasando por obras de arte y tratados matemáticos. Científicamente, nunca comprobó grandes principios, tampoco estableció teorías, sin embargo, podríamos decir que junto con Copernico o antes que Newton, Da Vinci utilizó el recurso base para todas las investigaciones científicas que se dieran a realizar en la posteridad. La observación y el registro de los fenómenos. Todos los logros, postulados, obras de su autoría las compilaba en distintos “Códices”, los que podrían ser justamente la forma primigenia de los grandes tratados científicos como Philosophiae Naturalis Principia Mathematica del mismo Newton. Artísticamente podríamos calificar a Da Vinci como un pintor realista, pero dentro de esta categoría, podemos saber que sus obras están llenas de simbolismos, podemos entregar como ejemplo “La Última Cena”, estéticamente nos presenta una propuesta bastante sobria, representativa absolutamente de su tema, y con esto nos referimos a que claramente se ve lo que propone, esto es, un retrato de la última cena. El uso de colores se centra en tonalidades sencillas que no sobrecargan la imagen, las figuras como ya dijimos retratan de manera prolija la realidad. Estos parámetros estéticos se ven reflejados en la mayoría de las obras plásticas de Leonardo. Con una pequeña pincelada a la obra de Da Vinci, es fácil darse cuenta de cual es su proyecto. Él propone con su ejemplo que el ser humano no debe parcelar los estudios de la naturaleza y las actividades del “alma” –el arte-, si no justamente todo lo contrario, el ser humano debe ser ese depósito de todos los tipos de conocimiento, de manera que estos se unan dentro de él y que sirvan como herramienta para comprender la naturaleza, pero no de manera apartada, si no que la compresión sea lo más basta posible en su recepción, es decir, que no sólo veamos el fenómeno desde una visión en particular, sino desde todos los enfoques posibles, de manera en que una lluvia torrencial no sólo sea un fenómeno climatológico, si no también un motivo perfecto para una pintura. Ahora bien, esto es sumamente importante, porque justamente responde a la problemática que aflige a occidente hoy por hoy, y que al parecer siempre lo ha hecho. Si un hombre pudo abarcar lo inteligible y lo sensible, y fundirlos entre si –todas las obras cientificas de Da Vinci tienen algo de artístico, basta con mirar los planos de la musculatura humana, y todas las obras artísticas de Da Vinci presentan una meticulosidad científica-. Y a que queremos llegar con esto, Da Vinci es justamente la excepción a este modelo de división que parte con la ontología de Aristóteles, el ser que siente/entiende. Leonardo es la prueba de que el ser humano responde a otra “lógica”, a una integradora, que más que sentir y/o entender, comete las dos al mismo tiempo, haciendo que los productos de la investigación-sensible del mundo de frutos mucho más prolíferos y prolijos, por el mismo hecho que mencionamos un poco más arriba, la visión con que se enfrenta el mundo, es la que define al ser en su forma de habitar. Por tanto podríamos decir que el proyecto inconsciente de Leonardo es desafiar el modelo del hombre occidental, presentando una propuesta nueva, que en ves de dividir, une los aspectos constituyentes de la realidad humana. Es que aquí donde hacemos el nexo con el mundo contemporáneo, más bien dicho, nuestra sociedad. Establecíamos en un principio que debía existir una relación entre el proyecto de Da Vinci y la sociedad de hoy en día. Ya sabemos que nos dice Leonardo, ahora veamos que tiene la sociedad. La característica que hoy nos caracteriza es la producción en masa y la especialización como resultado de la evolución de las técnicas de mercado. Podemos ver esto en todas partes, pero como estamos analogando a Da Vinci con nuestro mundo lo más acertado sería hablar de la educación y los intelectuales. Estos –adivinará el lector- también son producidos en masa, por las instituciones educativas superiores, las -paradójicamente hoy en día llamadas- universidades. El motivo de las universidades es generar conocimiento, para generar conocimiento se debe estar en constante convulsión, revolución, movimiento, porque justamente el movimiento es creador, renovador, rompedor. Y en el conocimiento, el movimiento y la convulsión están en el constante cruce de disciplinas, en la permeabilidad de materias, puesto que la combinación de estás generan nuevos enfoques, y así es como en las universidades se debería proceder para que estás sean menester de su nombre. Pero hoy en día esto no ocurre así, debido a la exigencia del mercado. Para que el sistema económico se mantenga se necesita personal especializado, que se mantenga ocupado en acciones especificas, de esta manera –la economía- asegura su continuidad en este aspecto de dos maneras, primero, tendrá constantemente elementos que sostengan la sociedad, la que es el lugar donde la economía se lleva acabo –sin sociedad no hay sistema económico-[1] y además estos elementos se verán imposibilitados para realizar análisis del entorno que embarquen visiones integrales[2] que puedan resultar en un cuestionamiento a la sociedad imperante. Los intentos de hacer de las universidades un sitio ideal para la creación de conocimiento fueron sofocados en el siglo XX por este mismo motivo. Si pensamos en nuestro país, el movimiento universitario de la Pontificia Universidad Católica creo diversos órganos conectores de disciplinas, pero justamente en la dictadura –cuyo fin era instaurar de golpe el neoliberalismo- toda esta organización fue extinta. Es decir, justamente cuando es posible que las personas comiencen a adoptar el proyecto “Leonardino” y lo hagan prácticamente una institución, esta es sofocada. Y esto no solo sucede hoy si no que también le sucedió al mismo Leonardo da Vinci.[3]

Claramente hoy en día el proyecto de Da Vinci no está presente, y tampoco da forma, es más, el mundo de hoy es todo lo contrario, en nuestros días parecen imperar los estudios específicos, la razón jerárquica, la producción en masa, la división, siendo que Leonardo apuntaba justamente a lo contrario, a la integración de todos los aspectos que afectan a nuestros sentidos. Indudablemente Leonardo da Vinci desafió con su estilo de vida la lógica occidental.



[1] Decimos esto ya que un sistema económico es complejo, en la medida en que debe sustentarse en diversas relaciones, las que sólo son posibles encontrarlas en una sociedad establecida, por mínima que esta sea.

[2] Nos referimos a visiones integrales a los análisis que hace una persona desde varias visiones del quehacer humano, ciencia, arte, filosofía, etc.

[3] Leonardo no fue un hombre culto al estilo de su época: no aprendió latín y no era el prototipo de humanista, llamándose a sí mismo "hombre sin letras", por lo que era ignorado por los estudiosos contemporáneos.

1 comentario:

Namber-Zyro dijo...

Negrete,
no pierdas la fé, tu "proyecto Davinci" desde el SXIX vive dentro dentro de la única ciencia que captura -de una- a lo inteligible de la realidad: la Cibernética. El pensamiento integrador -formalmente Teoría de Sistemas- viven en ella. Es ciencia para el análisis científico de "máquinas(cibernéticas)" como un robot, un animal o estructuras sociales, y tiene el carácter multidisiplinario que hechas de menos( base matemática, neurológica, física, sociológica,etc)

Te dejo la inquietud para q veas por tu cuenta(y no dar lata en el post).

Agrego al aporte que haces con davinci..que el legado del q hablas fue formalizado por don rene descartes en su método:
duda metódica, análisis, SÍNTESIS, enumeración.

Weno esto más que opinión refleja un aporte de mi área... Una reflexión personal vendrá después

Chaup!

Felipe