Behind the Sun

¿Será posible tomar el metro, aquella inexistente línea que se construye día y noche en nuestra amable plaza cívica de Maipú, y viajar hasta aquel sitio que se ubica detrás del sol, ese que hace años atrás se cantaba en el titulo de un tema de los red hot chilli peppers donde se relataba una conversación entre un Delfín y un Humano, podremos ir a ese frío lugar y ver la basta inmensidad de un segundo galáctico y tener patológicas alucinaciones con la infinita y prístina pequeñes de la vida, que en su calidad pretérita ha hecho posible la percepción de nuestra historia como una teleserie de las 2, aquellos infinitos relatos aztecas que se mezclan con esa barata novela vacía y carente de sentido que completa, complementa y alegra las tardes, y que siempre termina en la eterna armonía. Seremos nosotros capaces de escapar de aquí, y ver como todo se quema al beat de la novena simphonya de Ludwig (Al ser un completo ignorante, solo soy merecedor de poner aquella idiotizante pieza) y hablar con aquel sol, que fue dios y que hoy es el infierno que nos quema por dentro y hacerle una serie de preguntas sin sentido que sólo nos lleven a sentirnos más como esa ínfima parte de un completo sistema giratorio donde el caos y el orden se juntan para crear la belleza que llamamos la existencia?